Hablar de Edwin Corona es sinónimo de BUCEO
Nacido en Cuatro Ciénagas Coahuila un 5 de Noviembre de 1940,lugar donde transcurre su vida hasta los 6 años de edad, cuando su familia se traslada al Barrio de Coyoacán, en la Cd. De México.
Su paso por el Heroico Colegio Militar le da la disciplina y le forja el carácter y es en una comisión en donde es trasladado a la Isla de Cozumel en el estado de Quintana Roo en México donde por “Coincidencia” conoce a un grupo de buzos al cual decide unirse y así empezar su aventura por el fascinante mundo del buceo.
El momento histórico que le toco vivir y su natural curiosidad por el conocimiento y el espíritu de aventura hacen una “amalgama” y le brindan la oportunidad de ser uno de los PIONEROS DEL BUCEO MEXICANO y del Continente Americano.
Su poder de convocatoria y su capacidad organizativa le dan las herramientas para impulsar el buceo organizado en México a través de la Federación Mexicana de Actividades Subacuáticas (FMAS) Contando con el apoyo internacional de la Confederación Mundial de Actividades Subacuáticas(CMAS).
Historia del Buceo
Historia del buceo autónomo: orígenes
La historia del buceo comienza con los primeros exploradores de las profundidades marinas. Ellos ya eran conscientes de las riquezas que se esconden allí. Sobre todo, comida. Sobrevivían zambulléndose en el mar con arpones para pescar peces, pulpos y moluscos.
Tomaban una gran bocanada de aire, dos, tres…, con los pulmones llenos de aire fresco descendían en apnea para perseguir peces o lograr tesoros. Cuando sentían que los pulmones les abrasaban, ascendían y volvían a repetir la operación hasta lograr su objetivo.
Los restos arqueológicos hechos con conchas, nácares y perlas, y que datan del año 4500 Ac en Asia Menor y Babilonia, dan fe de ello.
Platón ya mencionaban en sus escritos que usaban esponjas. Los buceadores las conseguían lastrándose con “skandalopetra,” una piedra de mármol o granito, con la que bajaban hasta 30 metros.
Por su parte Homero en “Historia de la guerra del Peloponeso” en el 460 a.C. cuenta cómo los buceadores eliminaban las defensas subacuáticas que se habían colocado para evitar que los griegos tomaran Siracusa.
No queda duda, los seres humanos queremos bucear desde el principio de los tiempos y como la evolución genética no se adaptaba a este entorno con la suficiente celeridad, nos buscamos la vida.